No volvieron a escucharme desde esa noche…
Creo que es lunes. Veo sus rostros, tienen nuevas arrugas y ya pintan canas. Sus alegres sonrisas que me despiertan disimulan la tristeza en sus ojos. Siento el sol que entra por la ventana y me acaricia las piernas. Es un día luminoso, muy lindo. Mis amigos vendrán y a veces traen a sus hijos para volver conocerlos. Mamá volvió a sacar las sillas pues hoy vendrá Santiago, me gusta ver su carita por las tardes.
¿Es Miss Sarajevo lo que escucho? Mi papito sabe que me encanta cuando imita a Pavarotti, me hace reír, él lo sabe y lo ve en mis ojos. No tengo hambre pero igual me traen el desayuno, tengo que comer algo, apenas si lo termino. Mi mamá ya me alista para recibir a mis amigos, no tardarán en llegar. No quiero agua tibia para bañarme, tengo calor pero igual es mejor para mí. Fátima termina de alistar mi traje, ellas saben que me gusta ese vestido. Tuvieron que hacerle unos arreglos pero igual me queda bien, eso dicen ellas…
Mi mamá y Fátima necesitan ayuda para vestirme, que raro, antes mi mamá podía sola. Ya recordé, hoy es el santo de Gabriel y va a venir a almorzar con nosotros después de recoger a Santiaguito del colegio, ayer me lo dijo mi mamá. ¿Traerá dulces como siempre? Pecanas con manjar y limón glaseado con membrillo, traerá globos y astromelias para mi habitación. ¡Me encantan! Parece más mi cumpleaños que el de Gabriel.
Mi cuarto está lindo. Siempre está así. Una ventana de marco blanco, estores perlados y las paredes blancas y maíz. Mi ropa está colgada en el closet y tienen fundas protectoras, cuando desperté ya tenían ese plástico encima. Mi tocador ya no está, ahora es uno más pequeño y el espejo lo es más. Hay unja cama plegable cerca de la mía. El cuarto desde entonces se ve más grande sin todas mis cosas. Siempre veo esa pared, esa columna blanca me encanta. Tiene muchas firmas de colores y dibujitos. Reconozco algunas de ellas, son de familiares y amigos. Recuerdo algunas veces en que la firmaban, pero no recuerdo cuando empezaron. Cuando desperté ya estaba escrita.
No quiero mirar mi mesa de noche, no quiero ver los blísteres y ampolletas. No quiero volver a llorar… ¿Acaso no se dan cuenta que eso me lastima? Ellos vendrán y quiero que me vean alegre, es santo de Gabriel y vendrá Santiago. No quiero cerrar los ojos y ver esas luces ni el pavimento mojado. No quiero ver mi última noche corriendo y gritando. No quiero ver su rostro y su mirada sucia ni sus manos con mi sangre. No quiero ver más esas luces de colores y sentir el doloroso silencio…
Fue una lindo cumpleaños. Aun tengo la astromelia que puso Gabriel entre mis cabellos. Las ventanas están cerradas y ya me está dando sueño. Siempre tengo la esperanza de vivir como antes maldita sea… ¿Fátima se quedará conmigo hoy?. Ya conectaron el respirador. Mi mamá me abraza y me da un besote en la frente. Mi papá hace lo mismo y me deja escuchando Nessun Dorma, sabe que esa me gusta antes de dormir. Salen y siento que alguien llora a lo lejos. Cierro mis ojos rezando para no volver a soñar con esa maldita noche, como todas estas noches… Hasta mamá, hasta mañana papá, hasta mañana Fátima. Buenas noches Gabriel, buenas noches Santiago.
Creo que es lunes. Veo sus rostros, tienen nuevas arrugas y ya pintan canas. Sus alegres sonrisas que me despiertan disimulan la tristeza en sus ojos. Siento el sol que entra por la ventana y me acaricia las piernas. Es un día luminoso, muy lindo. Mis amigos vendrán y a veces traen a sus hijos para volver conocerlos. Mamá volvió a sacar las sillas pues hoy vendrá Santiago, me gusta ver su carita por las tardes.
¿Es Miss Sarajevo lo que escucho? Mi papito sabe que me encanta cuando imita a Pavarotti, me hace reír, él lo sabe y lo ve en mis ojos. No tengo hambre pero igual me traen el desayuno, tengo que comer algo, apenas si lo termino. Mi mamá ya me alista para recibir a mis amigos, no tardarán en llegar. No quiero agua tibia para bañarme, tengo calor pero igual es mejor para mí. Fátima termina de alistar mi traje, ellas saben que me gusta ese vestido. Tuvieron que hacerle unos arreglos pero igual me queda bien, eso dicen ellas…
Mi mamá y Fátima necesitan ayuda para vestirme, que raro, antes mi mamá podía sola. Ya recordé, hoy es el santo de Gabriel y va a venir a almorzar con nosotros después de recoger a Santiaguito del colegio, ayer me lo dijo mi mamá. ¿Traerá dulces como siempre? Pecanas con manjar y limón glaseado con membrillo, traerá globos y astromelias para mi habitación. ¡Me encantan! Parece más mi cumpleaños que el de Gabriel.
Mi cuarto está lindo. Siempre está así. Una ventana de marco blanco, estores perlados y las paredes blancas y maíz. Mi ropa está colgada en el closet y tienen fundas protectoras, cuando desperté ya tenían ese plástico encima. Mi tocador ya no está, ahora es uno más pequeño y el espejo lo es más. Hay unja cama plegable cerca de la mía. El cuarto desde entonces se ve más grande sin todas mis cosas. Siempre veo esa pared, esa columna blanca me encanta. Tiene muchas firmas de colores y dibujitos. Reconozco algunas de ellas, son de familiares y amigos. Recuerdo algunas veces en que la firmaban, pero no recuerdo cuando empezaron. Cuando desperté ya estaba escrita.
No quiero mirar mi mesa de noche, no quiero ver los blísteres y ampolletas. No quiero volver a llorar… ¿Acaso no se dan cuenta que eso me lastima? Ellos vendrán y quiero que me vean alegre, es santo de Gabriel y vendrá Santiago. No quiero cerrar los ojos y ver esas luces ni el pavimento mojado. No quiero ver mi última noche corriendo y gritando. No quiero ver su rostro y su mirada sucia ni sus manos con mi sangre. No quiero ver más esas luces de colores y sentir el doloroso silencio…
Fue una lindo cumpleaños. Aun tengo la astromelia que puso Gabriel entre mis cabellos. Las ventanas están cerradas y ya me está dando sueño. Siempre tengo la esperanza de vivir como antes maldita sea… ¿Fátima se quedará conmigo hoy?. Ya conectaron el respirador. Mi mamá me abraza y me da un besote en la frente. Mi papá hace lo mismo y me deja escuchando Nessun Dorma, sabe que esa me gusta antes de dormir. Salen y siento que alguien llora a lo lejos. Cierro mis ojos rezando para no volver a soñar con esa maldita noche, como todas estas noches… Hasta mamá, hasta mañana papá, hasta mañana Fátima. Buenas noches Gabriel, buenas noches Santiago.
Está chevere tu cuento Insecto, seguiré tu blog. Aunque creo que debes de poner videos pero no solo relacionados a la Agraria, más bien trata de llevar tus cuentos a video. Sigue escribiendo.
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